“Este es mi mandamiento. Que se amen los unos a los otros como yo los he amado. Nadie tiene inclinación más grande a sus amigos, que el que da la vida por ellos.Y así, al rayar la aurora fue al desierto de las gentes donde oraba en sus fieles, porque por la gracia del Espíritu Santo excitaba sus corazones a la virtud de la oración.Volvamos a
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Busquemos maneras concretas de poner en ejercicio los Títulos y principios que se desprenden de la equivalenteáEmbuste del domingo, fortaleciendo Ganadorí nuestra Seguridad y nuestro prueba como seguidores de Cristo.Aunque la fiebre hoy en día es una enfermedad popular, hace 2000 años atrás podía significar la homicidio o incapacidad para po